La lectura y el desarrollo cognitivo
La lectura y el desarrollo cognitivo
  •   18/07/2018
  •   Para Que Te Enteres
  •   Esteban Sánchez Núñez

A lo largo de los años, ha habido una serie de reformas a la educación en México. La más reciente fue aprobada apenas en diciembre de 2012; aunque dicha reforma, pareciera estar más orientada al aspecto laboral. Sea como fuere, en ningún caso se ha minimizado la importancia que la lectura reviste en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por el contrario, se ha tenido a bien impulsar esta actividad en cada uno de los niveles, a efecto de que el alumnado de los diferentes subsistemas, tenga la oportunidad de acceder a distintos y variados textos que les permitan ampliar sus conocimientos.

La lectura es tan importante, como la educación misma. Y es que no se puede entender una cosa, sin la intervención de la otra. Se ha dicho una y otra vez, que el mexicano es algo reacio a la lectura; que hoy, con el auge de la tecnología, los jóvenes se alejan cada día más de los libros, por lo que es necesario que los padres, inculquen en sus hijos, desde que estos son pequeños, el interés por la lectura, para formar en ellos un hábito permanente.

Una de las formas de involucrar al niño en la lectura, es leer para ellos un cuento antes de dormir. Ésta, sin duda, ha sido una tradición en algunos hogares; pero lamentablemente, en la gran mayoría, no, y eso se debe a distintas causas. La principal: el analfabetismo.

Y es que leer un cuento a un niño, estimulará su mente, hará que su imaginación viaje al pasado o al futuro, en donde se desarrollan distintas situaciones. Todo ello contribuirá a que más adelante, cuando haya aprendido a leer, se interese por los libros, lo que coadyuvará a la mejora de la concentración, del léxico y, por supuesto, aumentará sus conocimientos.

Sabemos que el término "cognitivo" está relacionado con el proceso de adquisición de conocimientos mediante la información recibida de manera externa. Por ello, hablar de desarrollo cognitivo, es hablar del desarrollo del conocimiento.

Para la elaboración de mi tesis, en la que abordé el tema de la lectura y la comprensión lectora, hubo necesidad de investigar y analizar la obra de insignes pedagogos y estudiosos de estos campos. En este contexto, encontré que la lectura es un fenómeno humano complejo, estudiado principalmente por un área de las neurociencias, denominada, Psicología Cognitiva, una especialidad científica interdisciplinaria que retoma importantes aportes tanto de las ciencias del cerebro y de la cognición, como de la Psicología en general, para elaborar modelos científicos rigurosos que intentan entender y explicar lo que sucede en el cerebro durante el proceso de la lectura y otros fenómenos cognitivos similares. Como lo señalan algunos autores, la lectura es también un fenómeno eminentemente neurológico y psicológico, entendida esta como dar sentido a los símbolos.

Es por esta razón que los diferentes medios de lectura, tanto el visual como por ejemplo utilizar el sistema braille, o aun escuchar una narración oral, parecen estimular las mismas zonas del cerebro en todos los seres humanos (aquellas relacionadas con el lenguaje y la imaginación) y evocar imágenes, ideas y sentimientos mediante mecanismos muy similares.

El primer científico en identificar las bases neuroanatómicas de la lectura y de los padecimientos que la afectan (alexia y dislexia), fue el francés Joseph Dejerine, quien escribió lo siguiente, luego de realizar exámenes post-mortem a varios pacientes diagnosticados con dislexia:

«Siempre hay una lesión muy atrás en la región temporal posterior del hemisferio izquierdo, donde entran en contigüidad los lóbulos occipital y parietal». También demostró que la alexia dependía de una lesión unilateral en el hemisferio izquierdo del cerebro, iniciando así el estudio neurológico de este tipo de padecimientos.

Según Jitrik, la lectura es un "objeto" de conocimiento que, al mismo tiempo, procura conocimiento. Pero, ¿de qué conocimiento se trata? Por supuesto, se trata ante todo, del saber específico que cada texto procura y que constituye su unidad cognoscente pero, además este conocimiento abarca más regiones o aspectos.

En lo que concierne al texto, por ejemplo, se conoce además su identidad textual y, correlativamente, el proceso que lo condujo a ser texto, o sea, su escritura.

Es imprescindible, nos dice Jitrik, un conocimiento pleno en lo referente al objeto de la lectura, es decir, qué se está leyendo cuando se está leyendo. En consecuencia, una lectura, abre el paso a nuevas lecturas que son, sucesivamente, alimento de las que vendrán.

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