El problema de la comprensión lectora
El problema de la comprensión lectora
  •   27/06/2018
  •   Para Que Te Enteres
  •   Esteban Sánchez Núñez

En nuestros días, el problema de la lectura se agudiza por razones múltiples. Un de ellas, es la puesta en marcha de una estrategia que permita al estudiante, sobre todo de nivel medio superior, que le incite a leer algún texto de interés, un texto que sea acorde a la época y la problemática que como adolescente está atravesando.

Esta negativa se manifiesta en comentarios entre los mismos compañeros de aula o del docente, quien pretende que se realice la lectura de un libro, novela o ensayo, que poco o nada tiene que ver con la realidad que se vive en este siglo XXI. Es innegable que los clásicos, son obras maestras que a lo largo de los siglos han prevalecido en el gusto de personas de todos los estratos sociales y de todas las nacionalidades; no obstante, ese tipo de historias, muchas veces aburren al joven lector porque se muestran pasajes de la historia de pueblos y personajes de antaño.

La mayoría sabemos que la palabra escrita es fuente de conocimiento y de información; que es una herramienta útil en la comunicación. Pero, además de lo expuesto en el párrafo precedente, ¿qué pasa con la comprensión de aquello que se lee? Obviamente no es lo mismo leer un libro de interés general, que uno de química; tampoco es lo mismo leer un periódico que la guía de programas de televisión o una historieta. Pero lo que sí se tiene en común en los textos mencionados y otros, es que todos se deben comprender, de lo contrario, la lectura, no podrá ser de utilidad.

La comprensión lectora tradicionalmente se detecta proporcionando a los alumnos diversos textos seguidos de unas preguntas relacionadas con ellos. Con este tipo de estrategias, se comprueba hasta qué punto, el estudiante capta la información o el mensaje del autor.


En lo que a México se refiere, es indudable que el nivel de lectura también está ligado al contexto socioeconómico de las distintas zonas. Es obvio que no lee la misma cantidad de textos una persona de clase alta, que asiste a una escuela privada, que una de la clase media o baja (que es muy numerosa), sin omitir a aquellos que viven en extrema pobreza.
Aunque en el país la educación básica cada vez llega a más lugares, muchos jóvenes, por diversas razones, no asisten a la escuela y por lo tanto, algunos de ellos no saben leer ni escribir. No leer "de corrido" como coloquialmente se dice cuando una persona no lee de manera fluida, tiene mucho que ver para la comprensión, puesto que al pasar la vista por cada línea, el lector se preocupa más por tratar de hilar las letras y las palabras, que por escucharse a sí mismo y entender lo expuesto en el párrafo en turno.

El aspecto social también influye en los niveles de lectura en nuestro país. Años atrás, era común que la mujer no tuviera las mismas oportunidades de asistir a la escuela que su contraparte, el varón, puesto que la fémina se le veía como un ser dedicado a la reproducción o al los quehaceres del hogar y no a alguien que debía tener las mismas oportunidades de incorporarse a la vida pública o al aparato productivo, como los hombres. "El Machismo" del mexicano, mucho tuvo que ver en este aspecto.

Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), hay mayor índice de analfabetismo en las mujeres. De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, 4 de cada 100 hombres y 6 de cada 100 mujeres de 15 años y más, no saben leer ni escribir.

Hablar de lectura y de comprensión lectora, es hablar de dos temas que van de la mano, y que es necesario llevar a cabo. El primero, para poder interpretar; el segundo, con todo lo que ello implica.