Por motivo del conflicto armado colombiano, el sector defensa y seguridad nacional requiere entre 20 y 22 billones de pesos cada año. Por lo tanto, durante diez años el país ha invertido aproximadamente 220 billones de pesos en la lucha contra los grupos insurgentes. La cifra expuesta se analiza con detenimiento en el libro cuánto nos cuesta la guerra en el que se estudian las inversiones más representativas que en esta materia hacen los gobernantes que el país ha tenido en los últimos dos lustros.Además, el libro presenta otros costos representativos que el conflicto genera de cara a la protección de la población involucrada, que implica tanto a víctimas como a victimarios desmovilizados. También, traza un análisis sobre cómo la suma de los recursos que se invierten en el conflicto podrían destinarse a otros frentes que han recibido menos atención del gobierno. El estudio se hace en un momento histórico, en el que revisar cuánto ha gastado el Estado en el conflicto armado y qué resultados ha obtenido permite reflexionar sobre la urgencia de encontrar la paz. La justificación se solidifica si se asume que definitivamente cualquier lucha armada trae consecuencias nocivas al crecimiento económico de una nación, influyendo notablemente en sistemas vitales para la calidad de vida de sus ciudadanos.

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