A lo largo de todo el periodo colonial la escasez de trabajadores afectó gran parte de América Latina, esto fue evidente en el Valle Medio del Cauca de la Nueva Granada colonial. Durante este tiempo y a pesar de su ubicación en la periferia, la región experimentó un cambio económico y social dinámico. Las industrias complementarias de minería y agricultura proporcionaron una base económica que facilitó la evolución de un sistema de organización laboral complejo y diverso.
Los españoles, los indios y los esclavos tenían vínculos formales con las haciendas, las cuales definían claramente sus funciones dentro del marco cultural y económico. Sin embargo, la mayoría de la población del valle estaba compuesta por habitantes étnicamente mezclados, ubicados en los márgenes de la sociedad colonial y sin vínculos con la tierra. Estos residentes encontraron oportunidades de trabajo asalariado principalmente en el sector agrícola estacional. Aunque muchas actividades fueron impulsadas por las iniciativas económicas y comerciales españolas, los esclavos y los indios encontraron oportunidades de beneficio personal. Los esclavos ganaban ingresos complementarios que mejoraban su bienestar económico, incluyendo la posibilidad de manumisión; los indios tenían los recursos naturales para desarrollar una agricultura sostenible y para emprender otras empresas rentables. Aunque la comunidad indígena de la región del Cauca Medio era pequeña, conservó la autosuficiencia económica y la identidad cultural; los españoles encontraron oportunidades económicas y el potencial para reinvertir sus recursos y mejorar su estatus dentro de la comunidad; otros, como los mestizos, se beneficiaron también mediante acuerdos especiales de tenencia de tierra con los hacendados. Las oportunidades económicas y el potencial para mejorar el lugar en la sociedad se vinculaban directamente a la filiación formal con las industrias de la agricultura y la minería.
El ambiente social, cultural y económico del Valle del Cauca del siglo XVIII fue dinámico. Este estudio analiza la evolución del trabajo a finales del siglo XVIII, la amplia gama de oportunidades para los habitantes de la región, incluidos aquellos grupos cuya ubicación se percibe en la parte más baja del espectro socioeconómico.

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