Las marcas del conflicto colombiano quedan en las comunidades que lo han sufrido como surcos en las rocas. Esta investigación recorre esos surcos o esas huellas en la memoria de la comunidad del corregimiento La Danta, del municipio de Sonsón, uno de los lugares más golpeados por la violencia paramilitar de los años ochenta y noventa, del Magdalena medio. Los testimonios que conforman estas crónicas son en sí mismos la marca de la violencia en las vidas de quienes padecieron los acontecimientos aquí narrados. Hechos que son una muestra de lo que todo el departamento de Antioquia vivió en esos tiempos difíciles y conflictivos, marcados por la sangre, el miedo y el silencio. Esta investigación retrata cómo una comunidad puede acostumbrarse a sufrir un mal, al punto que se vuelve cotidiano pero que cobra nueva fuerza con las voces en alto de las víctimas que claman justicia.

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