Los humanos creamos y recreamos constantemente la diversidad, y esa es precisamente la característica que nos humaniza y al mismo tiempo nos distingue culturalmente, por lo que sus manifestaciones bien podrían pasar inadvertidas si no fuera porque en ocasiones se utilizan para justificar exclusiones sociales de todo tipo, o como instrumentos de poder para establecer jerarquías y relaciones sociales que propician la desigualdad, explotación, subordinación, sujeción y discriminación.

Libros Relacionados