Desde tiempos inmemoriales China ha sido reconocida por su caligrafía, que evolucionó de la escritura hasta convertirse en un género artístico independiente que puede colocarse a la par de la pintura, la música, la danza, la escultura y la literatura. En el comienzo, los caracteres chinos, en esencia pictogramas, fueron creados para copiar todas las cosas existentes sobre la tierra en una forma simplificada. Siendo al mismo tiempo funcionales y, sobre todo, realistas, dichos caracteres eran escritos con una forma especial para expresar la belleza artística, que ya estaba en la mente de nuestros ancestros.

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