El objeto del presente trabajo no radica en proporcionarle al lector un procedimiento infalible para la obtención de un empleo, ya que no existen fórmulas generales que garanticen la consecución del fin propuesto. Sin embargo, si bien no hay métodos preestablecidos para la búsqueda de un empleo, sí existen ciertas pautas que aumentan las posibilidades de lograr nuestro objetivo. Uno de los requisitos indispensables para ello consiste en la perseverancia, de modo que nuestras 'intenciones' de obtener un empleo sean tan firmes como en los primeros días de búsqueda. No perdemos de vista, por ello, la sensación de frustración y desesperanza que provoca la falta de respuesta a nuestras continuas y reiteradas postulaciones, envíos de antecedentes, etc.; pero debemos tener bien en claro que las posibilidades de conseguir lo que nos hemos propuesto se incrementan en forma directamente proporcional a la constancia con la que llevamos a cabo nuestra búsqueda. Por otra parte, es frecuente, además, el tema de los miedos, sobre todo cuando, una vez finalizados los estudios correspondientes, nos enfrentamos a la ardua tarea de insertarnos en el ambiente profesional y en la práctica laboral. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todos esos miedos son totalmente propios de alguien que se encuentra pronto a iniciarse en su profesión. Las universidades y demás instituciones educativas, en general, no brindan -o al menos no lo implementan al nivel que deberían- la oportunidad de que el estudiante pueda plasmar en la práctica, todos los conocimientos.

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